El Nuevo Gobierno busca aumentar una tasa a las importaciones para relanzar la banca de inversión
La idea va y viene en la política argentina, en especial cuando hay cambio de gobierno, y en el Frente de Todos también la reflotaron
La nueva administración tiene en carpeta el relanzamiento del Banco de Inversión y Comercio Exterior ( BICE) para convertirlo -según fuentes del oficialismo- en una banca de inversión fuerte que otorgue créditos blandos a las empresas para financiar proyectos productivos, con un rol más importante que el actual, y con el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social brasileño ( Bndes) como modelo. Esta entidad tiene una cartera de crédito equivalente al 10% del PBI de Brasil, compararon.
La idea que analizan en el gobierno de Alberto Fernández es capitalizar primero al BICE para que cuente con los fondos necesarios como para poder cumplir el rol, principalmente para orientar los préstamos con tasa subsidiada a pequeñas y medianas empresas (pymes). Para ello ya se anunció dentro del paquete de medidas que fueron hoy al Congreso una suba al 3% (estaba en 2,5%) de la tasa de estadística a las importaciones de bienes terminados y provenientes de fuera del Mercosur. Esta tasa financia actividades aduaneras vinculadas con la registración y sistematización de la información del comercio exterior.
En el marco de las fuertes necesidades fiscales, el gobierno de Mauricio Macri la había subido por decreto del 0,5% al 2,5% en mayo pasado con vigencia al 31 de este mes. El aumento había despertado resistencia y críticas de importadores y empresas afectadas, razón por la que luego se dio marcha atrás parcialmente para exceptuar bienes de capital e importaciones temporarias. El vencimiento de la tasa de estadística, este mes, y su prórroga será aprovechada entonces para introducir el aporte extra.
Dependiendo del monto final del agregado a la tasa y de prosperar la iniciativa, que aún se evalúa en los despachos oficiales, la capitalización se ubicaría en un rango de entre 50 y 150 millones de dólares, que podrían impulsar proyectos productivos por montos varias veces superiores dado el efecto multiplicador del crédito. En el oficialismo se cuidan de no hablar del relanzamiento del BICE como una “banca de desarrollo” para evitar cualquier asociación con la traumática y negativa experiencia del Banco Nacional de Desarrollo ( Banade) que en los 70 y los 80 se prestó a manejos políticos y terminó intervenido y en proceso de liquidación en los 90. Justamente, quienes impulsan la idea son partidarios de poner un tope a los préstamos futuros para resistir presiones políticas que desnaturalicen el objetivo del banco.
La nueva presidencia del BICE aún no ha sido confirmada por el Gobierno, pero se da por hecho que el miembro de la Unión Industrial Argentina ( UIA) y exministro José Ignacio de Mendiguren se sentará en el sillón que hoy todavía ocupa Francisco Cabrera, con mandato hasta el 31 de este mes. La entidad actualmente ofrece créditos para inversión a grandes empresas y pymes; préstamos para capital de trabajo; financiación de exportaciones y factoring, y administra fideicomisos de energía e infraestructura, entre ellos, los proyectos de participación público privada ( PPP).